Ana solía esperar a que todos se durmieran para que su puerta secreta se abriera y sus alas creativas tomaran formas distintas. A esa hora, nadie la juzgaba por volar raro. Era libre de inventarse oficios imposibles, curadora de corazones rotos, sembradora de palabras en desuso, rescatista de causas olvidadas. Viajaba donde ayudar era prioridad,...
Seguir leyendo
8
1