Caminaba un sábado,solitario como es de costumbre los fines de semana y pensaba en comer algo quizá. ¡Qué va! ¿Comer? …para qué comer estando solo un día tan triste como hoy!
Las calles seguían hermosas como siempre,pero para mí estaban frías… más frías que el año pasado.
Escuchaba las mismas voces de siempre,al cruzar la calle Mazzini.
-Leonardo, ¡ven! crucemos a la cuenta de tres corriendo! Dame esa fría mano y guárdala en el bolsillo de mi abrigo.
– ¡De ninguna manera señorita Julia, aún no quiero morir,no voy a cruzar con los autos acercándose,así que no le daré mi mano! -le dije con un gesto de risa.
Aún podía sentir ese cariñoso empujón cuando reíamos por alguna broma.
Era sábado y paré a tomar un café donde siempre,Caffe Carducci en la vía Giosué,en verona donde me quedé a vivir,luego de que Julia se fué.
No tenía planes,solamente tomar mi café acompañado de un libro y buena música,mientras caía la noche.
Escuchaba a Andrea Bocelli,mientras leía el libro que Julia una vez me dijo que leyera y hasta ahora tuve tiempo de leerlo, titulaba «El acordeón de la vida»,tenía razón era un buen libro,y en una frase del libro decía: «probablemente un poco de locura sea lo mejor para un corazón tranquilo»
Y con ésa frase del libro,de pronto escuché de nuevo su voz en un recuerdo.
– ¡Leonardo.!
-Dime querida Julia.Le dije con una sonrisa.
– ¡Pruébalo, por mí! Anda,solo un bocado.
-Querida Julia,bien sabes que poco o nada me gusta el dulce.Me empalago muy rápidamente.
Julia se reía.Probablemente reía de que yo era un tipo algo extraño.
-prueba un bocado o ahora mismo me levantaré del asiento y gritaré:¡Auxilio!¡ Éste hombre es un aburrido! ¡Salvenme!
– espera,aburrido?
-A veces,Leonardo.
– está bien dame un poco de ese postre -le dije con un gesto de resignación a darle gusto de verme empalagado-
– ¿Y qué te pareció?,anda dime.
– hice un gesto asintiendo, había sido agradable probar un poco. Me levanté de mi asiento y grité; Ésta hermosa mujer es única.Era la primera vez que yo hice algo así, sentía vergüenza,pero me había causado risa la broma que le jugué a Julia.
Julia se reía sin parar y dijo -Yo no soy ésa mujer hermosa que él dijo,es más, ni lo conozco.
-La tomé de la mano y nos fuimos corriendo.
-Leonardo, ¿!a donde vamos¡? Sabes que no puedo llegar ni un segundo tarde a mi casa.
-Julia,prometo que te llevaré a tiempo a casa,pero acompáñame,quiero que veas algo increíble.
-está bieeeen, ¡vamos!, ¡pero si no es increíble como dices,voy a pensar en algo para que sea tu penitencia!
– llegamos -le dije.La llevé al centro histórico de Verona,elegí ese lugar porque precisamente ésa noche había una lluvia de Gemínidas y ahí se podía observar con la mayor claridad posible.Yo era amante de las estrellas, pero nunca antes había sido acompañado por nadie para observarlas.
Julia tenía en rostro perplejo.
-tenías razón,es hermoso,nunca antes había visto algo como esto…Leonardo,son días como hoy son los que te amo.
– ahh…Julia por favor me gustaría que no me ames y sí Julia, es hermoso, lo sé..pero ahora déjame llevarte a casa.Dentro de una hora la lleve a su casa, llegamos a tiempo,lo recuerdo.Hubo un silencio feroz todo el camino.La verdad era que yo tenía miedo, miedo de quererla mas de la cuenta y sufrir,así que a toda costa yo evitaba hablar de mis sentimientos.
-Señor, ¿desea algo más? -me interrumpió el mesero.
-Sí,por favor otro cappuccino.
-enseguida,señor.
-gracias.
Ésta vez solo tomé mi cappuccino,vi la hora, eran ya las 8:40 pm,decidí irme del lugar,y caminar despacio para llegar a casa.
No recuerdo en qué momento quedé dormido, de pronto ya vi la luz de la mañana en mi ventana, ¡era magnifica! Domingo, baahh solo una cosa tenía que hacer el domingo, entrevistar a una nueva señora de servicio ya que la anterior que era de mi entera confianza y aprecio decidió que después de reunir el dinero suficiente tenía que retomar el tiempo con su familia así que se fue a vivir a su ciudad natal Génova,no tuve opción que emprender mi búsqueda de una nueva persona que ayude en casa.
Era ya las 12 am del día y llegó la señora que me recomendó mi amigo Guido.
-Buenos días mucho gusto Srta, Mi nombre es Leonardo Rinaldi, y usted?
-Buenos días es un gusto de la misma manera, mi nombre es Amelia Rauchz,tengo 31 años tengo experiencia ayudando en casas y me gustaría que el trabajo disponible,fuera mío.
-Amelia está contratada
La verdad nunca fui una persona complicada,si veía honestidad en los ojos de una persona no había líos, me bastaba.
Pasé el resto de la tarde viendo una serie en Netflix,comí un sándwich y palomitas de microondas,no tenía deseos de cocinarme nada elaborado,quedé dormido, mi vida era sencilla y solitaria,pero no siempre fue así.
-¡Señoor!,disculpeee,hay alguien en casa?
Desperté al escuchar que a gritos me llamaban a la puerta,me dirigí a abrir y era Amelia
-Buenos días Amelia,me alegra saber que eres una persona puntual, aunque faltaban dos horas para tu hora de entrada.
-Buenos días Señor Leonardo,le pido mil disculpas por llegar antes,lo que sucede es que sentía que debía recibir alguna indicación para mi primer día.
-No Amelia,no soy una persona complicada tan solo mi ropa debe estar planchada y mi desayuno debe estar listo a las 8 am
Volví a dormir,tenía una hora más de descanso.después tomé una ducha.
Mientras tomaba mi ducha inundó mi mente un recuerdo
-Leonardo,¿tú..serías el amor de mi vida?
-Espera Julia,que dices?
-Te quiero Leonardo.
-Julia no puedo.
-Lo siento,no debí….
-No, no… es que..
Julia se fue corriendo…pero no la fui tras ella..tan solo dejé que se fuera..
Terminé mi ducha y volví a la vida real..
-Ameliaaa! ¿Disculpe, está mi desayuno listo?
-Sí, Señor, ya está listo.
-gracias Amelia.
Sonreí,hasta que Amelia puso el desayuno en la mesa y quedé en la nada,no podía hablar,en mi mente hizo bulla un recuerdo.
-Sé que no me quieres ni un poco, pero al menos escúchame,para mi es importante madre.
-Leonardo,no empieces.
-Acaso los recuerdos de las tardes eternas con lágrimas en mi rostro por castigos que no merecía y sus ausencias por irse a fiestas sin importarles mi soledad.
-¡Eras un niño travieso,y lo de quedarse solo..mis padres hicieron lo mismo y estoy bien!
-Yo no recuerdo ni un solo abrazo de papá,así como no recuerdo que me apoyaran en alguno de mis sueños madre,ni uno solo.
Amelia puso su rostro en frente mío y caí a la realidad.
– ¿Señor,está bien?
-estoy bien Amelia,por favor retire éste desayuno,no voy a desayunar en casa, voy a tomar café en el trabajo.
Ya estaba de camino al trabajo, sin embargo, de mi mente no salía la imagen de ése desayuno que hizo Amelia,té de manzanilla,dos panes dulces y un omelet ese era el mismo que yo le solía hacer a mamá antes de que ella fuera al trabajo y yo al colegio,recuerdo que aprovechaba ese pequeño momento para hablarle un poco de lo que quería en la vida.
-¡mamá sueño que un día me veas en un escenario hablando de mis libros,y haciendo feliz a mucha gente con ellos!
-Sueños. Y sueños, Leonardo la vida no es así, pero haz lo que quieras,de todos modos, nosotros no tenemos dinero para que estudies la universidad,trabaja y ya o sabrás tu que haces, ya es hora de irme al trabajo, nos vemos mañana.(Se fue tirando la puerta).
-Está bien madre,que te vaya muy bien, ve con cuidado.
Llegué al trabajo, el camino pareció haber sido eterno, aunque mi trabajo solo estaba a unas ocho cuadras por eso iba a pie.De vez en cuando.
Dr.Leonardo Rinaldi, lo primero que veía al llegar a mi oficina.
Vi entrando a Guido con una sonrisa enorme,más extensa de lo normal
-Señor Leonardo,nos llegaron los reportes de las ediciones del último libro, y a las 2:00 pm tiene que dar la conferencia juvenil basada en el libro,que estaba programada desde la semana pasada.
-Guido,que te parecieron las críticas del libro que ayer salieron en las noticias?
– ¡Son sensacionales Señor Leonardo!,el libro es un éxito.
-Guido… Guido…más que el éxito propio me importa el impacto social positivo, eso. ¡eso sí que da sentido a la vida!
-Sí,tiene razón señor Leonardo,dispense usted, lo que sucede es que también me alegra el éxito debito a la gente que trabaja en la editorial ya que todos estamos seguros con nuestro trabajo por largo tiempo.
-Mi querido Guido,te entiendo algo más que reportar?
-No Señor Leonardo, ahora me retiraré con su permiso,debo ocuparme de las ediciones del libro.
-Está bien Guido ten un buen día nos vemos por tarde,en la conferencia.
Yo empecé a armar la dinámica de mi conferencia, me emocionaba tanto estar frente a cinco mil jóvenes con sueños, con ilusiones, con una vida por delante, y la emoción se debía a que yo podía ser una luz de impulso en sus caminos, a no rendirse en sus sueños.
Ya era hora de la conferencia, la misma se iba a desarrollar en la vía Francia, llegué a tiempo como me es costumbre la puntualidad
Era hermoso el lugar,el mismo con el que soñaba cuando fui niño..
-Guido, está todo listo para empezar?
-Si Señor Leonardo, ya están llegaron todos los espectadores y todas las cámaras están funcionales,podemos empezar.
-Está bien Guido,entonces anuncia el comienzo de la conferencia.
Guido Asintió y fue rápidamente.
-Buenas tardes Jóvenes, es un honor llegar a ustedes con la conferencia del libro ‘’La vida es más que un sueño’’,con el autor Leonardo Rinaldi al que les presento con mucho gusto.
Eran miles de aplausos,era el momento con que me identificaba más en toda mi vida, no por el reconocimiento,era más bien por la sensación gratificante de haber logrado mi sueño ¡sí, para esto nací! -me dije a mi mismo.
-Queridos jóvenes, sé que están aquí porque cada uno de ustedes tiene sueños, y el libro les dio a ánimo para no rendirse, y eso me hace feliz. Les voy a contar un poco de porqué hice éste libro especialmente para ustedes, los jóvenes. Bueno cuando yo fui niño mis padres no creyeron en mis sueños, y tampoco quisieron apoyarme en mi formación universitaria, pero hoy estoy aquí y ustedes se preguntarán… ¿cómo lo logré?
Pues me hice el sordo,sí el sordo, cuando me decían que no iba a lograr nada siendo escritor, me hice el sordo, y cuando quisieron cortar mis alas para no dejarme cumplir mis sueños tomé la decisión de huir, ¿¡huir!? Sí jóvenes, huir,me fuí de mi casa y trabajé duro durante dos años en una bodega, cargando cajas,ya que mis padres decidieron que yo mismo viera mi futuro, porque ellos no tenían la intención de brindarme la oportunidad de lograr mis sueños,habían decidido hacerme trabajar y ser destinado a vivir como un hombre con sueños muertos,pero no,yo tuve el valor de ir en busca de mis metas y hoy me ven aquí queridos jóvenes.
Terminó la conferencia, y yo en el fondo sabía que aunque tuve valor para lograr mi gran sueño de ayudar a la gente y hacerla feliz con mis libros, yo nunca pude olvidar la dulce voz de Julia y no luché por ella,pues ella al darse cuenta de que a pesar de mis intentos,mi corazón fué incapaz de enamorarse,pues yo no quería volver a sentir dolor como el que sufrí al no sentirme amado por mis padres,ella se fué a vivir a Rusia, ese día cuando se fué corriendo y no la detuve,fué la última vez que la ví….y yo, pues yo me quedé con mi corazón en Verona.
FIN
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