Es normal para alguien sentirse cómodo, satisfecho, por momentos felices, pero al caer la noche todo tiene una forma diferente, todo es incomodo, te sientes insatisfecho contigo mismo, y sientes que tu felicidad no es completa. Me llamo Venecia, soy alta, piel morena, ojos color café, cabello negro corto, delgada, y soy una adolescente de 17 años que cree que su vida era linda hasta que empezó su preadolescencia, su niñez fue su mejor etapa, hasta que llego a sus 9 años en donde empezó a experimentar muchas cosas, en donde se dio cuenta de que habían personas buenas y personas malas, que existían momentos felices y momentos tristes, pues hasta el momento mi vida estaba basada en un 70% de tristeza interior y el restante es lo que demostraba a los demás, me mostraba una adolescente llena de felicidad, solo dos personas habían podido conocer mi lado mas oscuro, siempre había sido aquella mujer que se preocupa por la felicidad de los demás, pero jamás había mirado que podía hacer para completar su propia felicidad.
Estaba en proceso para entrar a la Universidad, iba a estudiar Ingeniería Civil, mi sueño siempre fue estudiar Diseño Gráfico, pero no se me dieron las cosas, el día que fui a matricularme, conocí un chico, ese día me desperté temprano, para llegar antes que las demás personas y no tener que esperar tanto, ya había agarrado mi turno, fui un momento a la cafetería para poder comerme algo, ahí estaba él ( el chico que conocí ese día), ese día no lo volví a ver, volví a mi casa, le conté a mi madre, mi mamá era como mi mejor amiga sabia casi todo de mí, menos que sufría demasiado.
Pasaron los días, mañana sería mi primer día de clases, me toco con ese mismos chico que aquel día conocí, al terminar la clase de Calculo, él me alcanzó en la cafetería, me saludó, le respondí, se presentó me dijo su nombre, se llamaba Sergio, tenía 18 años y era amante a las historias románticas,era alto, cabello negro, flaco, ojos color café,era muy sociable, y muy entretenido. Pasaron los meses y nos habíamos convertido en unos amigos muy unidos, él iba a mi casa, veíamos películas, jugábamos, nos tomábamos fotos, hasta llegamos al punto de hacer pijamadas, la mayoría de nuestras clases se cruzaban por eso nos encontrábamos mucho en la Universidad.
Un viernes en la tarde fui a su casa,llegué, el me hizo pasar, entramos hasta su cuarto, sucedieron muchas cosas ese día, hasta que nos besamos, apenas que eso sucedió, salí corriendo de su cuarto, pedí un taxi, llegó, me subí al taxi. Ese día apenas llegué a mi casa subí a mi recamará sin que mi madre se diera cuenta, no quería que se enterara de nada, al subir a mi habitación, prendí mi celular y vi que tenia 30 mensajes y 10 llamadas perdidas de Sergio, aún me seguía llamando, apagué mi celular, me descambié, me metí a la ducha, me pegué un buen baño que duro mas de 1 hora, me puse mi pijama, me recosté un rato, y me coloqué a leer mi libro favorito se llamaba » After «, luego de dos horas, me empezó a dar sueño hasta que me quedé dormida.
Al día siguiente era sábado ya, me levanté temprano me duché, baje y mi mamá ya tenia listo el desayuno, le dí un beso en la mejilla, la abracé y le di las gracias por ese rico desayuno, eran panqueques, era mi desayuno favorito. Salí a trotar, luego de media hora de estar trotando al final de la siguiente calle vi que venía un chico alto, se parecía a Sergio, si exactamente si era él, intente esquivarlo, trate de llegar mas rápido a la esquina para cruzar, lo hice, pero Sergio alcanzó a verme y me persiguió,trate de caminar lo mas rápido posible, hasta que me detuve en mi casa pero no encontraba las llaves, toqué el timbre, pero nadie me habría, me desesperé tanto, no quería hablar con Sergio. Pero aún así él logro alcanzarme, me reclamó el porque no le respondía los mensaje, que tan siquiera le hubiese devuelto la llamada, que estaba muy preocupado por mi porque no había sabido nada de mi en toda la noche, y que en toda esa noche no había podido dormir bien por andar pensando que me había pasado algo malo, en ese momento me fui en llanto, me arrojé hacia él, lo abracé, me levantó la cara, luego nos miramos fijamente como por un minuto, él me volvió a besar, en ese momento mi madre abrió, nos despedimos, entré y mi madre me preguntó que era lo que pasaba entre Sergio y yo no le dije nada solo subí a mi recamara, agarre mi celular y le escribí un mensaje a Sergio preguntándole que era lo que realmente sentía por mi, a los minutos me llegó su respuesta, me decía que sinceramente lo quería todo conmigo, pero yo en realidad estaba demasiado confundida, no sabia que era lo que en realidad sentía por él, le respondí que yo no lo merecía por el tal motivo de que yo no sentía nada por él, ese día él solo vió el mensaje pero nunca me respondió.
Pasaron los días pero Sergio nada que aparecía, empece a extrañarlo como a nadie, ya no lo veía en la Universidad, luego ya no estaba por ningún lado, ni sus redes sociales existían, un día entre tanta desesperación y de tanto extrañarlo, me di cuenta de que si lo amaba, intente buscarlo por muchos lados, me cambié para ir a su casa, iba dispuesta a declararle todo lo que sentía po él. Justo cuando iba llegando a su casa, Sergio si se encontraba allí afuera de su casa todo sonriente, alegre, se veía demasiado hermoso, pero no estaba solo, estaba acompañado de una hermosa adolescente, era alta casi de su misma estatura, rellenita, cabello largo, de color negro y rizado, era la perfección en una mujer. Al final llego un taxi y se despidieron dándose un beso en la boca, en ese momento me paralicé por completo, mis lagrimas empezaron a salir en cantidades asombrosas, di la vuelta para regresar a mi casa.
Al llegar a mi casa, me llegó un mensaje, en donde decía, » Me querías decir algo «, en seguida supuse que había sido Sergio quien me había escrito eso, no le respondí, estaba demasiado herida, subí a mi recamara y empecé a llorar, ese día no comí, cayó la noche, entre a mi baño y mis ganas de vivir eran pocas, había entrado en una etapa de depresión, había vuelto a ser yo, me encontré una gillete, y me corté las venas, mi madre llegó justo en ese momento, desesperada viendo como mis manos sangraban en gran cantidad, llamo al 911 pero tardaba mucho en llegar la ambulancia, pasaban los minutos y el miedo de mi madre por perderme era cada vez mas grande, hasta que me desmayé y sentí el grito de mi madre.
Al día siguiente desperté, estaba en una clínica, mi mamá estaba allí durmiendo encima de mis piernas, la llamé, ella inmediatamente me abrazó y me llenó de muchos besos yo me fui en lágrimas, y le pedí perdón por todo. Pasaron los meses y no volví a saber mas nada de Sergio, solo que se había ido de la ciudad. Desde aquel suceso entendí que mi felicidad empezaba en tenerme amor propio, ver como mi madre sufrió en ese momento cuando vio que su hija se le estaba muriendo, me hizo entender que el amor de familia va por encima de todo, no pensé en lo que sufriría mi madre, solo porque intente matarme por un amor que por mi culpa nunca se dió, pero que tenía que aceptar, que tuve la oportunidad y la deseche, y que cuando yo quería ya era demasiado tarde.
Con la ayuda de mi madre y de los psicólogos logre salir adelante, actualmente sigo estudiando Ingeniería Civil voy por el 6 semestre, y mi vida a sido diferente desde aquel día en que la vida me dio una segunda oportunidad.
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