“Sólo para mi felicidad no hay primavera”
Cuando filosofamos sobre la felicidad surgen (mayoritariamente) 3 preguntas que siempre rondan entorno a este concepto.
La primera pregunta es: ¿Qué es la felicidad? Definiremos a esta de la manera más sencilla posible, es aquel ‘Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno’ (Definición obtenida de la RAE) Una vez definido debemos aclarar que la felicidad puede ser alcanzada de manera temporal mediante actos como la satisfacción del trabajo bien hecho.
Por lo tanto ¿Cómo respondería a la pregunta de ‘¿Eres Feliz?’ un sujeto que ha vivido una vida entera?; ¿Debería este medir los años/momentos de felicidad y sopesar como si de una balanza se tratase y, en caso de que este balance sea positivo, afirmar que ha sido feliz? Desde mi punto de vista no.
La Felicidad debe ser un sentimiento absoluto pues esta no puede ser medida cuantitativamente en conceptos de meses, momentos o años. Lo que nos conduce a la segunda pregunta; ¿Es posible alcanzarla? Sí, es posible. Lo que ha priori puede parecer utópico es hacedero. Esto nos conduce a la última y probablemente más importante pregunta ¿Cómo alcanzar la felicidad? A mi parecer hay cuatro maneras de conseguirlo, definiremos cada una de estas maneras como ‘Pilares de la Felicidad’. Estos pilares no sirven para alcanzar el sentimiento de Felicidad. El ‘cómo alcanzarla’ no es la pregunta primordial porque hay cientos de maneras distintas y cada una de ellas pueden ser aplicadas o no al resto de personas. De lo que tratan estos pilares es del ‘cómo mantenerla’, cómo hacer que la felicidad no sea aquel sentimiento momentáneo y pase a ser constante.
El primer pilar que encontramos es el del ‘Misticismo’: La creencia de un ‘por qué’ , un ‘pero’, una ‘causa’, puede inducir al sujeto a ver la vida y las dificultades de esta como un camino, una prueba o un medio para la unión con Dios, el descanso eterno, la paz espiritual o de la conciencia … Podemos verlo así en el Hinduismo, Budismo, Judaísmo, Cristianismo e Islamismo que afirman que la felicidad consiste en hacer lo correcto, lo justo, en vivir haciendo el bien a los demás, en cultivar hábitos como el trabajo o la honestidad.
“Ser Feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanzas en las batallas, seguridad en el paco del miedo, amor en el desencuentro…” –Papá Francisco I
El segundo pilar es el Conformismo: El sujeto puede alcanzar un sentimiento de felicidad dándose por satisfecho con aquello que haya logrado sin poner otras metas u objetivos, este puede llegar a mantener ese estado de felicidad que hubiere conseguido. “En virtud de la ideología de la industria cultural, el conformismo sustituye a la autonomía y a la conciencia; jamás el orden que surge de esto es confrontado con lo que pretender ser, o con los intereses reales de los hombres”- Theodor Adorno
El tercer pilar es la Indiferencia: La más absoluta diferencia, la evasión de problemas, conflictos o realidades puede llegar a manifestar en el sujeto una aura de indolencia que privaría a este de cualquier tipo de sentimiento agorero pudiendo llegar a ser feliz, mas he de añadir que considero este pilar casi inalcanzable pues es prácticamente imposible llegar a tal nivel de evasión.
«No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena» – Martin Luther King
Antes de entrar en el último pilar debemos hablar del conocimiento, Supongamos que hay tres puntos de vista según el conocimiento general (sin especificar una materia pues en un ámbito específico si puede ser alcanzado el total conocimiento de esta):
En el más bajo conocimiento encontramos (según la visión de la persona) un mundo de indiferencia evidentemente ausente de preocupaciones sobre el bien común , individualista, donde las personas no es que desconozcan la maldad y aquello por lo que entristecerse sino que deciden ignorarlo. Pongamos un ejemplo, supongamos que una persona que está andando por la calle encuentra a un padre y un hijo muriéndose en la más absoluta pobreza, muy probablemente en ese momento será consciente de que hay algo mal en la sociedad y que habría que cambiarlo, pero también muy probablemente desechará esa idea porque llega tarde a casa o simplemente porque es lo fácil, no pensar en ello. Hablaríamos pues de una persona ignorante.
En el segundo punto de vista encontramos una percepción mucho más realista, consciente de no todos pero sí de algunos de los problemas que hay, este caso está completamente alejado de un sentimiento de felicidad puesto que ( a no ser que se apoye en el pilar conformista y decida obviarlos ) los problemas, maldades e injusticias que percibiría abrumaría a la persona impidiéndola ser feliz en su totalidad.
El tercer y último punto de vista sería el de aquellas personas que afirman que el hecho de conocer les otorga un sentimiento de felicidad mas ¿no es este argumento hipócrita? Sí una persona leyera 24 horas al día durante toda su vida no llegaría a saber ni un 25% de todo aquello que sabemos , siendo este ínfimo comparado con lo que aún no sabemos. Por lo tanto para alcanzar la felicidad, en este tercer punto de vista , encontramos dos opciones: o bien una persona se conforma (segundo pilar) con aquello que sabe obteniendo así la felicidad o lo sabe prácticamente todo (incluyendo el conocimiento de aquello que nos hace ser infelices) que se trata de un título reservado para dioses ; ergo es inalcanzable para las personas.
De este modo estaríamos hablando de: El cuarto Pilar ; el de la Ignorancia: El no conocimiento de los problemas , el obviar no la solución sino la más pura existencia de estos. En conclusión, la ignorancia da felicidad, porque nos hace ver la realidad desde nuestro punto de vista donde podemos completamente someternos al auto engaño.
«La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos» -Karl Popper
ALEJANDRO FLORES SEPÚLVEDA 29/1/2018
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