¿Es un día más? La verdad es que no lo se, no recuerdo exactamente desde cuando permanezco en estas cuatro paredes… pero si, supongo es otro día porque fue ayer cuando escuchaba desde mi cama, las gotas pegar mi ventana eso fue lo que me mantuvo observando el techo con la mirada pérdida.
Y pérdida me encontraba yo, pero vamos no solo ayer, desde hace mucho tiempo que lo estoy y con el pasar de los días lo estoy aún más… pero lo que no comprendo es que no se desde cuando o ¿Cuál fue el momento exacto que deje de continuar con mi verdadero camino? Supongo fue cuando los problemas empezaron a caer a montones y la esperanza en mi vida se fue alejando poco a poco.
Es inquietante pensar que uno se encuentra vivo pero no puedo expresar voluntariamente esa palabra con claridad es decir, no siento que este viva, y no creo que la vida sea así, como es posible que desperdicie mis días encerrada sin salir al mundo, con miedo de fracasar, con ataduras que uno mismo se pone.
Y es claro que no he cometido ningún delito como para que mi libertad se encuentre encerrada en un cuarto, cuarto que se diferencia propiamente de la verdadera cárcel y es que en una cárcel si hay barrotes y aquí solo hay una puerta que bien puede llevarme al exterior y eso puedo hacerlo con solo estirar mi mano y abrir, pero no, ni siquiera me atrevo a levantarme de la cama. me mantengo aquí, en esta cárcel interior…pero lo que es peor, es que personas que realmente se encuentran en una encerradas involuntariamente, culpables o no, pero lo que es claro es que anhelan por sobre todas las cosas salir de allí y vivir, disfrutar de los días, de los tiempos, del aire, del sol, de la vida misma. Aprovechar cada día como si fuese el último.
Y yo, que puedo hacer todo eso, todo eso que ellos anhelan y no soy capaz de hacerlo, no soy capaz de aprovecharlo, pero sobre todo no soy capaz de encontrar el motivo a esta fatiga que a la muerte me llevara, un día de estos.
Así que una vez más decido escapar de la realidad y opto por dormir, lo único que sé hacer, dormir y ahora poder perderme en mis sueños o como suele ser en algunas ocasiones en mis pesadillas…
Se que el tiempo pasa y aunque no cuente con ningún reloj, ni ningún celular imagino las manecillas de un gran reloj retumbando en mi cabeza. el tiempo, si, el tiempo pasa y…
De pronto, no puedo detectar en que plano me encuentro ahora.
Mantengo los ojos cerrados, mi nariz percibe un olor diferente, el tacto con mi piel se siente novedoso, con mi boca no logro gesticular nada y es tan solo el silencio lo que retumba mis oídos. Empiezo abrir los ojos lentamente, observo, y me pregunto. ¿Cómo es que he llegado hasta aquí? ¿Qué clase de lugar es este? Y sobre todo ¿Por qué me encuentro yo allí? Aun no encontraba respuesta a mis interrogantes pero sabía que tenía que hacer algo, sabía que tenía que averiguarlo y sabía que este lugar ocultaba algo el cual necesitaba ser revelado.
Así que puse mi cuerpo en marcha, camine despacio me di cuenta que se trataba de una vieja casa, me acerque a los rincones y me encontré con unas escaleras, las cuales no tenía idea a dónde llevaban, para eso tenía que subir y fue así, subí cada uno de los escalones despacio, inquietada por lo que mis ojos verían, a la vez un tanto temerosa por lo desconocido pero no quería irme de ese lugar sin antes haber encontrado la historia que guardaba ese lugar. Al llegar al segundo piso sentí mis pasos cada vez más pavorosos, tratando de no hacer ningún ruido, en ciertos momentos me detenía y miraba, realmente miraba cada estructura de aquella vieja casa, cada objeto tenía un significado me acerque a la ventana y contemple más allá, después tenía necesidad de revisar la pared continua, con ayuda de una vela logre ver ciertas pistas, como si fuera un mapa, eran dibujos que contaba parte de la historia o al menos te decía en dónde encontrarla, me percate de algo y entonces baje, me di cuenta que el secreto se guardaba debajo de mí, tal vez no comprendan que es a lo que me refiero pero para eso les explicare, verán en un principio yo me encontraba acostada cuando mantenía los ojos cerrados, percibía cierto olor en mi nariz cuando mi tacto de mi piel se abría a nuevas sensaciones, cuando mi boca se quedó muda y en mis oídos no escuchaba más que el sonido del silencio, y si también el silencio se escucha. Verán yo estaba encima de una escotilla había una cruz, cruz que se encontraba en la pared, intente abrirla, raspe con mis uñas, utilice cada uno de mis dedos y puse la fuerza necesaria fue así que después de unos segundos logre abrirla, había varios objetos pero al final solo había un libro, lleno de polvo, sople y limpie un poco la pasta del libro, lo abrí al mismo momento en que me levantaba poco a poco, me costaba leer las palabras, necesitaba luz pero después que hice el esfuerzo por entender me adentraba a una palabra a otra, sabía que se acercaba algo y en eso un grito, si un grito que despertó mis sentidos cada uno de ellos se alertaron, el grito provenía de una habitación, decidí acercarme y fue que vi una sombra o al menos era la silueta de una mujer frente a un espejo, solo duro unos segundos y después desapareció, me adentre más a la habitación y ahora la que se encontraba frente al espejo era yo y fue cuando comprendí que ante todo te tienes que reconocer, a ti mismo, sea cual sea tu historia, al final de todo tienes que reconocerte, dejar huella, aceptar tu historia y permitirte ser de una vez por todas, LIBRE.
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