Miradas tímidas.
En esta maleta no cabe casi nada, lo supe desde el momento en que salí con ella de la tienda, pero no pude evitar entrar a comprarla cuando pasé por aquel escaparate. Entre esa amalgama de bolsos, maletines y algún zapato, allí, prácticamente pasando desapercibida, como tímida, me miró, la miré… ¿puede mirar una maleta?...