Su barba y su melena expuestas al viento, su cuerpo perfecto, me fue imposible no besarle, la sutil brisa del mar hizo el momento perfecto, sabía que estaba mal pero hacía mucho tiempo que no me sentía así,¿Acaso era pecado amar?, habían pasado 2 años desde que se divorció, Víctor me hacía sentir viva.
Esa noche mi mejor amiga lo conocería, estábamos muy emocionadas, ya quería saber quién era el hombre que me había cambiado tanto, debe ser muy guapo me dijo, esperábamos en la mesa del restaurante cuando llego, mi mejor amiga me miro asombrada, era su padre.
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