Su barba y su melena expuestas al viento. Ventana desde donde solo ve el silencio. La calle ya no habla, pero por fin respira. Libre de la mano de la humanidad tiene otro color, otro olor e incluso un mejor sabor. Por fin somos nosotros los que, tras una barrera, vemos la naturaleza renacer.
Quédate en casa y observa la nueva vida.
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