Su barba y su melena expuestas al viento, giró el timón hasta que el barco cambió de rumbo. Se lo había pensado mejor, el Capitán Colón decidió regresar al Puerto de Palos.
Después de todo, para qué iba a hacer un viaje tan largo, si a él no le gustaba el café y además estaba pensando seriamente en dejar de fumar.

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