El veintidós ya es historia gracias a Dios, después de realizar mil gestiones conseguí un viaje de vuelta de Roma, donde días antes había depositado la moneda de mi abuela, sin embargo, la cuarentena nos pilló juntos, quería tenerlo sólo para mí y falsifiqué el certificado médico para que fuese sólo mío, … por algo soy enfermera, no jugué bien mis cartas, la mentira se convirtió en realidad, él sí lo tenía y la cuarentena nos tuvo separados dentro de la misma casa. No tientes al diablo que lo verás venir.

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