El veintidós ya es historia. Lo mismo que ya lo fueron el resto de los años pasados junto a ti y tu absurda teoría de conspiraciones y mundos vigilados.
Ya no necesito “mirar” más allá de las noticias, es más, ni siquiera las he vuelto a ver. Ahora me paso mis días en un estado contemplativo total.
Amaneceres divinos, atardeceres llenos de luz y color, que se apagan lentamente en medio de una algarabía de música y bailes. Voces de jóvenes desenfadados, disfrutando de la vida en estas playas paradisíacas. El futuro quizás esté en el uno otra vez.
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