El veintidós ya es historia. Lastima que lo perdimos todo pero no todo está perdido. Ese fue el año que nació mi abuelo, también el día que me recibí de médico. Un veintidós de abril partí de viaje la primera vez y también un día veintidós me enamoré perdidamente de Ana. Ahora estoy cansado de ver enfermos en la guardia del Hospital, mi abuelo ya no festeja primaveras, del viaje solo me queda una foto en polaroid y Ana se fue hace dos años con mi mejor amigo. Por suerte queda la historia para no olvidar las huellas del pasado.
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