El veintidós ya es historia, acaba aquí su linea. Nuevo prólogo, en la terminal de vuelos internacionales. Capítulo uno: «Londres».
No fuimos de viaje de novios. Sin vacaciones ni permisos. ¿Tú?, titular de lenguas muertas. Me dió una vuelta el mundo.
Bodas de plata…
Sugerí el Camino de Santiago. Habías recorrido todas sus vertientes, documentalmente, con el sofá como albergue y un mesón en la nevera.
Bodas de oro…
Nos dieron plaza para Benidorm, con la tercera edad. Cancelamos. Aún éramos jóvenes, decías.
Bodas de diamante..
-¡Haz las maletas! -exclamaste. Phileas Fogg nos espera.
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