A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir. Muchos cielos que ver. Muchos mares que recorrer.
Un giro inesperado de los acontecimientos no iba a cambiar mis planes, ni mi ruta. Ni haría que la dirección que marca mi brújula deje de tener sentido.
El caos forma parte de las directrices que marcan el camino.
Es parte de la aventura:
-Tambalearse sobre la cuerda floja.
-Correr hasta frenar al borde de los barrancos.
-Saltar sin saber si se abrirá el paracaídas.
-Hacer puenting en las Niagara sin la certeza de haber atado la cuerda a mi pie.
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