A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, cerro la puerta con lagrimas en los ojos, por primera vez mente y corazón estaban unidos, eran las fuerzas que necesita.
Avanzó con paso firme desplegando sus alas hacia un destino incierto con el que había soñado cada segundo de su existencia, el miedo había quedado en el olvido, brillaba, desprendía esa magia que la hacia resplandecer, la ciudad la acogía sin reproches, sólo con su mirada deslumbraba, no era consciente que su experiencia de vida era todo lo que necesitaba, despego sus raíces y comenzó a andar para siempre.
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