A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, como en la canción del Señor Don Gato revive con el simple olor a comida, solo que para ella la comida son los hombres maduros, ricos y enfermos y, no está dispuesta a dejar que nadie cambie sus planes, ni los hijos ni el sicario que han contratado para hacerla desaparecer.

Aunque sus ganas de vivir superan a sus aspiraciones, así que coge las maletas y se va, ya encontrará otra víctima pero esta vez lo hará bien, la soledad será su aliada en este nuevo ataque.

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