A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, muchas historias por contar… La velocidad viste sus neumáticos negros con llantas de plata revestidas de olvido. Al pasar me salpica unos instantes densos y pegajosos. Me subo a su estela de infinitas gotas de lluvia y sonrío al pensar que, tras el cuerpo apagado en la carretera, un renovado amanecer espera más allá de estas nieblas. Suspendida en este viaje de idas y venidas echo un último vistazo a lo que fui. Las vi; las sombras recogieron mi cuerpo. Las criaturas oscuras lamieron mi sangre y el día murió.
OPINIONES Y COMENTARIOS