A esta gatita aún le quedan mucho años de vida.

Erase una vez una gatita Persa, blanca de ojos verdes, de pelaje largo, y la muy presumida, constantemente se estaba lavando, y agradecía mucho que le cepillaran su largo pelaje.

Y le pusimos por nombre ¿Bastet? Diosa si salíamos quedaba triste

cuando llegábamos se regocijaba en nuestras piernas, en agradecimiento, estábamos contentos con nuestra gatita

pero un fatídico día se salto la valla de nuestra terraza un coche con tan mala suerte la atropello.

Eso que dicen que los gatos tienen siete vidas, en este caso mi ¿Dastet? se murió.

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