“A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, cabrón” exclamo mientras acabo el licor. “ “Gatita, así me conociste en aquel país y me compraste; me trajiste y me convertiste en tu juguete preferido”. Seco la lágrima que se desliza por mi mejilla. “ Prepotente como eres, pensaste que sólo soy un cuerpo, me usaste como quisiste y mientras…yo aprendí. Recogí todos los datos importantes sobre tu vida y los entregué a las personas interesadas”.
Un claxon suena fuera, dejo sobre la mesa el dibujo de la gata exclamando ¡ Que te jodan! y salgo feliz.
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