-A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir. No creo que tu estés en condiciones de decir lo mismo, querido amigo prepárate para el último de los viajes. Nunca debiste traicionarnos.
Estas fueron las últimas palabras que se escucharon antes del sonido del cerrojo con el que la puerta de la jaula quedó encajada.En medio del recinto, situada como si de una auténtica reina se tratara, la leona lo miraba con desconfianza, mientras engrasaba la musculatura de sus fauces lanzando dentelladas al aire anunciando la cacería de una presa fácil.
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