A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, repetía mi hijo:

Claro que sí, siempre encerrada en tu pequeño jardín, persiguiendo a los pájaros; necesita contemplar además de esta verde yerba,otros lugares,colores y olores. Será mi compañera de viaje, la llevaré conmigo a lugares donde sus bellos ojos verdes, puedan contemplar paisajes casi lunáticos. Sobrepasaremos las nubes y sobre ellas podremos admirar el fulgor de las estrellas. Allí, desde lo alto, admiraremos el asfalto de grandes ciudades con sus rascacielos que harán envolver sus ojos verdes en miradas acechantes.

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