A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, según el dicho, pero resulta que no era cierto. Echo la vista atrás y la verdad es que he hecho de todo; fui a casa del herrero y a un sitio donde no cocían habas. Qué más, casi he perdido la cuenta…ah, sí…, tiré al vuelo unas cuantas campanas, encontré un camino que no llevaba a Roma e incluso hice un sayo de una capa o lo que demonios fuera eso.

Después de tanto viaje desmontando refranes, al menos, esperaba que echar una cana al aire sí que funcionara.

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