A esta gatita aún le queda muchas vidas por vivir te susurré al oído antes de qué el sacerdote cerrara la tapa del ataúd… Eres tan especial, me decías mientras ansiosamente desenvolvia el regalo. Un pasaje para las cuevas de waitomo… Era tu sueño verdad querida? ¡Feliz Aniversario! Entre la tenue luz y dos copas de champán quisiste perpetuar tu plan, y con mi sutil abrazo cambié la copa… Amado mío, nunca creíste en mi intuición y esta te llevó a un viaje sin retorno.

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