-«A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, Gabriel».

Gata, siempre tú con tu sonrisa linda y fingida cada vez que cruzas la misma puerta, tu mirada perdida por tantos viajes que te han llevado más a la monomanía y vesania que a tu propia fortuna, y lo respeto nuevamente, pues es tu alma la que arrastras a ese mundo tan particular que alguna vez visité, donde también me perdí y me hundí cuando no sabía cómo regresar.

Es todo tuyo gatita, descúbrete allí dentro, porque aquí afuera en la realidad ya no queda nada interesante por encontrar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS