A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir junto a ti.

Desde que me viste por primera vez en aquella tienda de antigüedades en San Petersburgo te he acompañado siempre.

Sales y entras, no me importa.

Traes compañía a veces, pero desaparecen mientras yo sigo en tu vida para disfrutar tus momentos de soledad.

Te vas de improviso. No me llevas contigo pero sé que volverás. Siempre vuelves.

(Al cerrar la puerta, una corriente de aire recorre el apartamento. De un estante cae una gata de porcelana. Sus restos se esparcen por el suelo)

¡Vaya!Con esto no contaba

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS