Todavía quedan muchas vidas

Todavía quedan muchas vidas

A ésta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, pensé al cerrar mis ojos y dejarme llevar por un placentero acto de amor.

Mi alma se desprendió suavemente del cuerpo que habitó y comenzó a ascender en profunda paz.

Al llegar me recibieron mis maestros.

El aprendizaje en esta vida había sido inmenso.

Elegí el desapego y el último acto fue morir en total desamparo en una sala de guardia.

Voy a descansar un tiempo para sanar las heridas que me provocó la soledad.

En la próxima, optaré por servir al prójimo.

Ya elegí mi nombre, me llamaré Teresa

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