Te regalé una bonita sonrisa de Joker. No sé si la interpretaste bien. Quizás creíste que era una sonrisa plena. Quizás no viste el sarcasmo, la maldad, el adiós. Me fui para no volver. A Noruega. Nunca más nos vimos. El pasaje era sólo de ida.
No sé si tras los años revisaste y entendiste la sonrisa, o si me creíste muerto. Nunca supiste nada más de mí.
Tu mano derecha saludó. La izquierda estaba sobre tu vientre hinchado. Los niños estaban en la escuela.
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