Te regalé una bonita sonrisa de joker y dices que no hice nada?

La chica se levantó del asiento, tomó su bolso aliviada y acercándose a la puerta del autobús le gritó, -No me jodas más.

Era un tipo corpulento de bronceado perfecto, de esos que temblaban de solo pensar que alguien veía las lágrimas en su rostro

Yo, que desde el asiento contiguo había sobrevivido al sofocante calor gracias a esa mirada hipnotizante, intensa, triste como el paisaje repetido del olivar.Con el corazón excitado le clavé un besazo y le susurré, bájate en la Malagueta.

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