Por la razón o la fuerza. 
Viajes encadenados (en 8 semanas)Te regalé una bonita sonrisa de Joker, mientras mis ojos se nublaban con la sangre que brotaba de mi frente. El golpe de tu luma había sido extremadamente certero. El odio en tu mirada y la enajenación con que acertabas golpe tras golpe, me provocaron un temor paralizante. Con exquisita brutalidad, tú que juraste servir y proteger, masacrabas a decenas de compatriotas intoxicados por tus pestilentes bombas lacrimosas. Lo último que recuerdo, fue tu bota militar sobre mi desgastada pancarta, segundos antes de perder la consciencia. Ni siquiera me diste la posibilidad de razonar. En esta oportunidad, sólo hubo fuerza.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
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