Te regalé una bonita sonrisa de Joker, que me hizo sentir irremediablemente superior a ti.

Su mujer, con el cuerpo amoratado y con lágrimas en los ojos, ya no reconocía al marido. Ese viaje de vacaciones a Málaga en el coche con él, le producía repugnancia.

La mujer dio un volantazo y el coche perdió el control. Unos momentos antes de estrellarse contra un camión, su marido la miró aterrorizado.

«Si hubieses sido más amable conmigo, te habría correspondido. En el fondo, tus ojos negros siempre me gustaron», pensó, mientras vio como le dedicaba su última mirada.

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