Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que estábamos en el laboratorio de pruebas de la gran fábrica que alimentaba esta ciudad. en cambio sólo se trataba de una feria con sus tiovivos y divertimentos habituales. La feria estaba situada junto a la muralla de la ciudad, y uno de los coches de la feria escapó del recinto dispuesto a abrir camino entre los gruesos muros de la vieja muralla, adornada por encajes de madreselvas, zarzas, escaramujos, enredaderas. Entre todas ellas desapareció el coche, abriendo un nuevo túnel de acceso al corazón de la ciudad.
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