Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, ¿cómo engancho esta larga frase para el relato semanal del Concurso «Viajes Encadenados»?, y no se me ocurrió nada original.

¿Muertes de autores?; utilizada, ¿temas dramáticos?; sobraban, ¿venganzas y romances?; abundantes, ¿originales?; muy pocos.

Ya habíamos escrito sobre una maleta en que no cabía casi nada y en la pena que no hubiera billetes para maniquíes.

¡Así que actué como Dios! salvé a los ocupantes; una familia completa y aunque quedaron muy graves; el menor resultó parapléjico, siguieron felices con sus vidas.

¡Ya había demasiados muertos como para agregar cuatro más!

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