Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que hubiese sido muy buena idea pagar un seguro sin franquicia. No pude evitar esbozar una disimulada sonrisa. Fran, ¡siempre tan tacaño! Si al menos hubiese conectado el freno de mano, el coche de alquiler estaría ahora a salvo.

Mientras gritaba haciendo aspavientos viendo el vehículo estrellarse, ella le besó.

Disparé mi Canon Powershot en ese momento. Mi trabajo como detective había terminado. Adjunté la foto al resto del informe y lo incluí en la carpeta “Viaje a Cerdeña”.Mi hermana Ana tenía razón. Fran tiene una aventura.

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