Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que yo no había tenido la culpa.

¡Casi me matan ellos a mí!

No soy yo quien se cruzó en su camino sino ellos en el mío.

Debo seguir mi viaje.

Y rápido o me quedaré atrás.

Espero alcanzar al grupo en la próxima parada. Nos quedan más de 2000km hasta las charcas de invierno y yo solo no podré llegar.

Los del coche acabaron su viaje aquí.

Levanto el vuelo mientras veo con tristeza el contenido del equipaje esparcido en la carretera.

Creo que esta vez no regresarán a casa.

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