Lástima que no haya billetes para maniquíes, repare…. mientras observaba los escaparates en la visita programada vespertina.

Seguro que a Lencería Loly, esas modelos inmóviles del Barrio Rojo con apariencia real, pero indiferentes y pasivas, exhibiendo de una forma un tanto lasciva las últimas colecciones de bodies, sujetadores y braguitas, le hubiesen encantando para exponer ropa interior en su vitrina.

Cuando el Cicerone del grupo de turistas, nos advirtió que sobre todo debíamos mostrar una actitud respetuosa, evitando comentarios soeces, tomar fotos, ni dirigirse a ellas con bromas de mal gusto.

Pensé… uno no puede ser más de pueblo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS