Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, salir corriendo y dejar todo abandonado. Pero, la sangre y mi compromiso no lo permitían. Bastaba con que me dijera que me marchara, sabiendo que no iba a soportar tanto desprecio y ni que te fueras para siempre. Entenderé que fue un error, me marchare tranquila sin tener que recordarte, le exigiré a mi mente y corazón que te olviden. Aposté todas mis esperanzas a este viaje y relación si recibir nada a cambio. Por esto, no me puedo dar el lujo de ir perdiendo el rumbo.
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