Lástima que no haya billetes para maniquíes, ni maletas o bolsos para llevar moldes de yeso. ¿Cómo voy a cargar con esto en el tren de cercanías? “Pero Melquiades ¿Acaso no quieres verla de nuevo desnuda? ¿De quién fue la idea de presentarse como escultor para quitarle la ropa, eh?”. Pues sí, tienes razón. El deseo y la tentación me hicieron presentarme como modelista, pero sí, resultó. Ahora, mira nada más. ¿Cómo voy a llevar todo esto sin que me lo rompan? Debe llegar completo para convencerla y pose de nuevo ¡Quién pudiera pecar sin remordimientos y ser virtuoso pecando!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS