Lástima que no haya billetes para maniquíes. Yo que sueño con llevarte donde nos diga el viento, ese que jamás sentiremos. Por ti sería capaz de romper éstos vidrios y articular. Oh, no sabes cómo deseo articular, caminar, para ir a por ti y escapar.

¿Sueñas con viajar? Dime donde te gustaría aterrizar. Que no te importen los demás ¡Ellos que sabrán!

Pienso en ti y me entran ganas de llorar, si tan sólo pudiera llorar…

Tú allí y yo aquí, frente a frente, vidriera contra vidriera.

En otra vida nos podremos ir.

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