En esta maleta no cabe casi nada, aunque para mí hay espacio suficiente, solo tengo que llevar un par de bikinis, ropa muy ligera y un par de sandalias porque como siempre viajaremos a algún lugar muy cálido. Son las ventajas de compartir unas vacaciones muy cortas con ‘el hombre invisible’. Antonio solo traerá una bolsa de aseo y unas gafas, así cuando se las ponga podré adivinar dónde tiene la boca.

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