En esta maleta no cabe casi nada y está medio rota, pero no importa; aunque el viaje va a ser muy largo, casi no tengo ropa que llevar. Meteré algo de comida, para los primeros días, y el abrigo que me regaló aquél turista; dicen que allí los inviernos son muy fríos. Si todo va bien, con el primer dinero que gane me compraré una maleta nueva… y ropa para llenarla. En Europa hay tiendas por todas partes.
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