—En esta maleta no cabe casi nada Tony—. Decía al otro lado Mar. Su hermosura destacaba por la perfección de su silueta. Su voz distorsionadora, era leve. Tony… En la compra de su nueva casa habitada durante años por un matrimonio poco conocido en el pueblo, ordenaba la mudanza, subía al desván. Y atrás de algún que otro mueble cubierto por viejas sábanas aparecía una maleta polvorienta, donde al abrirla en su interior encontraba un misterioso espejo. Al mirarse, a su espalda, un reflejo, aparecía Mar. Una vez se dio la vuelta con rapidez, ya no estaba. Y él tampoco.

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