«En esta maleta no cabe casi nada», dijo casi en un susurro Maria. Ilógico a los ojos de su hija, quien observaba como sobraba espacio físico en ella…Real para quien termina de atrapar dolores y ausencias, el viaje era esperanzador y disparador de actividades nuevas.

Allí, en las cumbres de Córdoba quedaría ese pasado lleno de engaños; perdonados al fin, pero doloroso. Incluso la muerte de su esposo era un peso extra…pero sabia que podia ser mas liviana con el amor de sus hijos y esa aventura juntos.

Por que muchas veces pesa más el alma que la ropa.

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