En esta maleta no cabe casi nada. Mejor así, siempre me llevo más de lo que necesito. Además en este viaje lo más importante es lo que espero traerme. Tengo tantas ganas de estar con mi hermana. Solas, sin interferencias. Ni padres, ni hijos, ni maridos… Ella y yo, como debería haber sido cuando niñas. Nunca tuvimos esa complicidad de hermanas. Ella siempre unida a mamá. Y yo todo lo contrario, buscando mi espacio, mi identidad, queriendo volar. ¡Tiene gracia! La que quería ver mundo es la que se quedó aquí. Y ahora viajo para encontrarme con ella.

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