De niño me gustaba viajar o ir lejos…

En la noche entre sueños continuaba mis viajes: por mares, desiertos, montañas… enfrentaba a: monstruos, fantasmas… A veces sufría y otras disfrutaba.

El sueño del eunuco

Me gustaba cuando podía volar sin alas, me elevaba totalmente erguido e iba despacio como un pequeño dirigible observando toda la tierra y no quería que terminara nunca.

Lo mejor de este viaje era gozarlo en plena libertad sin límites de espacio y tiempo.

El sueño de Dickens

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