Siempre que cae en mis manos una revista de viajes paso con avidez sus páginas, mientras mis ojos buscan un destino, una bella imagen fijada en mi retina: La Bahía de Halong.
Su contemplación me proporciona paz interior y una emoción tan sublime que relaja todos mis sentidos.
Tres mil islas emergiendo de sus tranquilas aguas conforman una unidad perfecta representando el paisaje asiático en su mayor esplendor.
Un recuerdo que siempre permanecerá en mí, al ser mi destino soñado.
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