–Shhh…respira profundo.
–Abrázame, la muerte será la congelación de mi cuerpo pero no de mi alma. Te pertenece.
El ascenso a la cima fue un hito, ascensión física y moral. Afrontaron los escarpes y el frío acerbo del viento. Vieron la vertiente pero no la gruta bajo sus pies.
-Mi calor es tuyo, no temas. La montaña más grandiosa es el alma.
Se adentraron en su esencia, miraron al vacío tendiéndose la mano. Y así, en su cumbre conquistada, ella marchó errante hacia un viaje sin retorno.
OPINIONES Y COMENTARIOS