Desde sus respectivas cocinas planeaban jugando entre risas un viaje a Puerto Rico una y otra vez, durante meses.
Más la sombra de la traición planeó sobre sus corazones y la ilusión se esfumó, rompiendo en mil pedazos esa ruta imaginada. Quizás les falló la complicidad y el tiempo mató al deseo y la ilusión. Quizás simplemente se pasó el momento, como el tren de la vida.
Y ya no están en el andén con sus maletas cargadas de risas y buenos deseos para compartir el viaje que pudo ser y no fue.
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