Tiembla la tarjeta de embarque entre mis manos. Son ya más de 300 días sin verte. A ti y a la ciudad eterna.
Hace ya año y medio hicimos el amor por primera vez en aquel vagón que surcaba las afueras de Roma ¿te acuerdas? Cómo olvidarlo. Y ahora, otra vez, moriré de amor por cada una de sus calles. Aunque te juro que lo más precioso que vi en la ciudad más bonita del mundo fue a ti.
Y como lo nuestro es tan complejo que está casi al revés tuvo que nacer allí, Roma, que al revés, somos nosotros.
        
 El viaje que aún no he hecho (concurso de microrrelato)
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