Tengo listo el deseo que anhela ser cumplido. Llevo los suspiros presos en el corazón del amante y como amante lista para verte por vez primera, tal y como dice la leyenda, conteniendo la respiración; paso a paso te recorro, para dejarte mi confidencia. Puentecito escondido, puentecito sin río, en esa quebrada del Barranco querido; espérame como el amante rendido y cuando por fin llegue, recibe este corazón herido con un abrazo de tus maderos.
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