Desde hace 20 años viene evolucionando en mi cabeza, en mi emoción, la idea de conocer Grecia, se inició en clases de historia entre distintos tipos de columnas, y quedo dormida durante los años de universidad, y un día decreté: «A ese país iré con el hombre de mi vida».
Aún el hombre de mi vida no ha llegado, y aún no me conformo con hacer el viaje sola. Utópicamente sigo esperando ese viaje a la Grecia adentro para conocer sus sabores, sus olores, sus paisajes, eso si con el hombre de mi vida.
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